Juzgar es clave en el stud a siete cartas, y saber cuándo tirar la toalla o aumentar la agresividad es una habilidad clave.
Por ejemplo, si te encuentras sentado con una carta alta como un as o un rey dentro de las primeras tres cartas, es casi seguro que debes permanecer en el juego. Sin embargo, en lugar de apostar alto, es mejor jugar de forma constante y apostar en lugar de aumentar de forma salvaje.
Alternativamente, si te encuentras sentado con una pareja alta dentro de las primeras tres cartas, es mejor ir a toda velocidad, apostar agresivamente e intentar enseñar la fuerza de tu mano eliminando a los oponentes de la partida antes de tiempo.
Si te han repartido cartas inútiles en el primer par de rondas, podría ser mejor dejar tu mano ya que las posibilidades de obtener una victoria con una mano de tres cartas son mínimas.
Si tienes una mano de tres cartas que coincida en orden o palo, pero se contradice con una cuarta carta, todavía puedes elegir retirarte.
De manera similar, los jugadores que juegan con manos tempranas potencialmente fuertes, como una pareja alta en tu mano, pueden elegir retirarse, igualar o subir en respuesta a las acciones de otros jugadores y la fuerza de las cartas visibles en la mesa.
Jugar rápido
Muchos jugadores de poker de stud a siete cartas tienden a jugar al juego “rápido”. El juego de poker rápido implica jugar tantas manos como sea posible, apostar a lo grande, correr riesgos y estar presente en cada ronda.
El juego de poker rápido es una estrategia arriesgada, especialmente cuando se trata del stud a siete cartas. Debido a que los jugadores rápidos de stud a siete cartas tienden a jugar más manos, hacer apuestas, marcarse faroles y apostar, el juego de poker rápido es, por su naturaleza, un enfoque más temerario.
A pesar de la posibilidad de un desastre, jugar de forma salvaje y rápida puede tener beneficios en la mesa de stud a siete cartas. Como táctica de juego, el juego rápido puede agregar imprevisibilidad a tu juego, eliminar a los jugadores más débiles de la mesa, aprovechar los tropiezos y los huecos de apuestas y exponer los faroles de los oponentes.
Jugar lento
El juego lento de póker es lo opuesto al juego rápido. Jugar “lento” implica enfocar cada ronda de apuestas de manera cautelosa y conservadora.
Esto podría incluir jugar a la defensiva, revisar regularmente tu mano, jugar la menor cantidad de manos posible y solo jugar agresivamente cuando estés seguro de que tienes una mano imbatible o que las probabilidades están a tu favor.
Si estás jugando al poker stud a siete cartas para ganar dinero, puedes decidir emplear una estrategia de juego lento para minimizar las pérdidas, maximizar el potencial de ingresos y aumentar tus posibilidades de sobrevivir en cada partida.
Estos son algunos consejos básicos que debes tener en cuenta si estás desarrollando una estrategia de poker del stud a siete cartas basada en el juego lento:
- Solo toma riesgos si no puedes evitarlos
- Sólo juega manos fuertes
- No tengas miedo de comprobar tu mano
- No tengas miedo de retirarte
- Si es posible, solo juega las manos que estés seguro de que son las más fuertes de la mesa.
- Evitar la confrontación y el juego emocional.
- Sé paciente y juega partidas largas.
- Cuando no estés participando en una ronda de apuestas, usa el tiempo para estudiar los patrones de apuestas de otros jugadores.
- Conoce cuándo atacar y no pierdas tu oportunidad cuando llegue
Jugar rápido y lento
Además de saber cómo responder a las apuestas y las rondas, saber cuándo subir y retirarte, un componente crucial de cualquier estrategia de juego de stud a siete cartas es saber cómo de rápido o lento debes jugar tu mano.
Esto es algo así como un añadido al juego lento o rápido y tu velocidad de juego debe coincidir con el estilo de tu estrategia general de juego.
Como regla general, lo mejor es jugar de la misma manera que la velocidad de la partida. Por ejemplo, en un juego caótico e impredecible con muchos jugadores realizando apuestas, generalmente es mejor jugar rápido y duro para mantener el impulso y mantener el ritmo de las rondas de apuestas.
El mejor momento para jugar manos de manera lenta es cuando estás sentado con una mano muy valiosa que no quieres mostrar a otros jugadores. Si estás seguro de estar sentado con la mano más valiosa de la mesa, puedes elegir igualar en las rondas iniciales y guardar tu agresividad para las rondas posteriores cuando el bote sea más valioso.
Si ya te has expuesto a ti mismo con el comportamiento de las apuestas y has demostrado tener una mano fuerte, puedes optar por calmarte y jugar lentamente tu mano hasta la tercera ronda de apuestas, cuando tus oponentes estarán más inconscientes y más propensos a los despistes.
Como regla general, es mejor no subir la apuesta hasta la quinta y sexta ronda. La ronda de apuestas en la que decides atacar puede depender de varios factores como el valor del bote, el número de jugadores y los patrones de apuestas de tus oponentes.